jueves, 24 de febrero de 2022

La expropiación del tiempo.

[© Cesar Lucas]

También nos agrega Kurz que en la Antigüedad y la Edad Media la cantidad de tiempo destinada a la producción era mucho más reducida que bajo el capitalismo. Sólo en la gloriosa modernidad los tiempos festivos han venido reduciéndose cada vez más para ensanchar el espacio-tiempo del trabajo. Con las experiencias del siglo xx se han desvanecido poco a poco la utopía socialista del trabajo. Los seres humanos capitalistas intentan refugiarse cada vez más en una utopía individualizada del tiempo libre. El mismo capitalismo ha colonizado el tiempo de ocio como mero complemento del tiempo de trabajo. 
        El tiempo libre no es tiempo liberado sino un espacio funcional secundario del capital. Un tiempo funcionalizado al servicio del consumo permanente de mercancías. La industria de la cultura y del ocio va formando nuevas esferas de trabajo. El propio tiempo libre acaba siendo asimilado al tiempo de trabajo. El hombre capitalista de hoy es trabajador no sólo cuando está ganando dinero sino también cuando lo gasta. En el capitalismo actual la expropiación del tiempo (*) de la vida se expresa, de manera paradójica, en la ‘falta de tiempo’.
La contradicción de este modo absurdo de producción y de vida se muestra ya como realidad del desempleo. El desempleo bajo el capitalismo ni siquiera es tiempo libre sino únicamente tiempo de pobreza. El trabajo de los parados consiste en el penoso deber de buscar otro trabajo.
Desde que la utopía del tiempo libre ha fracasado, la protesta sólo podría ya consistir en el rechazo del entero sistema de referencias. El inmenso desarrollo de las fuerzas productivas de la modernidad no ha servido para otra cosa que la erradicación casi total del ocio libre. Únicamente se puede ya atacar el capitalismo atacando el trabajo mismo.
Para ello conviene consultar una vez más a Marx, al que los ‘marxistas del trabajo’ siempre han pasado por alto:
”El trabajo es por esencia la actividad carente de libertad (…) cuyo resultado es la propiedad privada. La superación de la propiedad privada, sólo será realidad cuando se la conciba como superación del trabajo”. 


 
(*) Sobre el mismo tema vide ibíd. la reseña sobre Rubin y Postone :
Jappe A.- ‘Junto a Marx, contra el trabajo’. en A.A.V.V. Pensar desde la izquierda. Errata Naturae Ed.  Madrid, 2012.

 

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